Catastrazo contra familias numerosas y pequeños comerciantes

Desconozco de dónde sacan la información que la mayoría de medios ha proporcionado en estos días, pero en general es bastante incompleta y confusa.
Personalmente he esperado a leer el Decreto publicado en el BOE para emitir dos primeras impresiones de urgencia.

La primera de todas es que este Decreto se elabora con la única finalidad de sanear las arcas de los ayuntamientos, especialmente aquellos que, como el de Madrid, se encuentran con niveles insostenibles de endeudamiento, al tiempo que con la imposibilidad técnica de seguir elaborando nuevos tributos, o incrementando los ya existentes. El Gobierno intenta ayudar a la superación del desastre que dejaron ediles como Gallardón.

La segunda se deduce inmediatamente de la lectura del Artículo 8 del Decreto mencionado, que es el que recoge el incremento de los Tipos de gravamen sobre Bienes Inmuebles. Esta medida se aplicará a la totalidad de los inmuebles no residenciales, es decir a locales comerciales, a las oficinas, a las naves y edificios industriales, a los edificios de uso dotacional, a las plazas de garaje no incluidas en la ficha catastral de la vivienda, etc. De todos estos inmuebles, la actividad que menos capacidad de resistencia tiene a nuevos gravámenes son los pequeños locales comerciales. El nuevo Decreto aplicará la puntilla a un buen número de comercios que a duras penas lograban resistir abiertos. Buena vista la de nuestros nuevos líderes políticos.

La segunda impresión que les adelanto tiene un menor número de afectados, pero es casi más sangrante con las últimas noticias que tenemos sobre nuestro persistente” harakiri” demográfico. Dado que el Ejecutivo-legislador no ha establecido un criterio de valor por metro cuadrado, y el elevado porcentaje de apartamentos en los actuales parques de viviendas, prácticamente todas las familias numerosas que, en base a grandes esfuerzos y pocas ayudas, se hayan hecho con la propiedad de un piso medianamente adecuado a sus necesidades de espacio, es decir algo más grande que la media de las actuales viviendas, por el que ya tuvieron que pagar más que el resto de sus conciudadanos que no necesitaban de mayor espacio, se verán afectados de plano, ya que sus viviendas formaran parte de la mitad de viviendas cuyo valor catastral será mayor. El agravio será mayor si tenemos en cuenta la posibilidad, que desarrollaré más ampliamente en un posterior artículo, de que algunos apartamentos de autentico lujo, por sus reducidas dimensiones, tengan un valor catastral unitario inferior al de estas viviendas familiares. Si este es el “inicio del inicio” esto puede terminar MUY MAL.

José Barta  

Profesor de Estrategia para Mercados Hostiles

Consejero Banca de inversión