Cebando hasta la náusea

 

Pero ustedes saben mejor que yo que la credibilidad de la prensa está bajo mínimos, y que de vez en cuando algo de carnaza puede servir para revitalizar este negocio.

Les digo esto a cuenta de ese prodigio de la filosofía patria, que dirige un periódico, así lo llaman, después de haber sido asesor de Mariano Rajoy. La portada de dicho medio en el día de hoy afirma con esa altura de miras propia de los informadores honestos y objetivos, que la izquierda “agita”, lo de agitar es literal, la calle. Todo aderezado con un fotomontaje con los enemigos de siempre: los Bardem, los sindicatos y los socialistas maricas de Zerolo. Lo de maricas, o invertidos, lo dicen ellos en sus pensamientos íntimos, no quien esto firma.

 

El problema es que la calle misma desmiente tamaña osadía. Esa calle que sale a manifestarse porque ya no consiente más tomaduras de pelo, abucheó ayer al líder de UGT y a cuatro compinches suyos, que alternaban cual cuadrilla en una terraza del centro de Madrid al término de la manifestación. Así es. La calle grita sola, no necesita las marionetas que ciertos estamentos ideologizados sí necesitan para seguir cebando, hasta la náusea, a su parroquia.