Si bien Lagarde alertaba sobre los posibles riesgos derivados de las próximas elecciones griegas, el próximo 6 de mayo, el trasfondo de este riesgo se encuentra en la dificultad extrema en mantener una férrea disciplina sobre la deuda y el déficit griego, así como sobre la viabilidad de su economía.

Tanto a través de mi blog, con artículos como “Lo que oculta la farsa del rescate a Grecia” (http://josebarta.com/2012/02/21/lo-que-oculta-la-farsa-del-rescate-a-grecia/ ), como en Diario Financiero, he venido haciéndome eco de todos aquellos que denunciamos la inviabilidad de la “hoja de ruta griega”, y los turbios intereses ocultos tras la misma.

Grecia caerá cuando la mayor parte de la deuda a entidades financieras francesas y alemanas se haya trasvasado a los contribuyentes comunitarios y norteamericanos.

Y es que “lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”, y sacar adelante un país privando de crédito a la economía real y atenazando a sus contribuyentes con incrementos de impuestos, desmesurados para la renta real disponible por los mismos, es llevar la economía de dicho país al desastre. Esta es la única alternativa que ofrece dicha hoja de ruta.

Por cierto, que es la que hasta el momento está siguiendo el Gobierno español, tan distinta de la seguida por Alemania y Francia en la primera década del nuevo milenio.

José Barta
Profesor de Estrategia para Mercados Hostiles
Presidente de Baral Internacional
Madrid, 9 de abril de 2012