Cien días de canas

Cien días que supusieron hace algo menos de 200 años con el imperio de aquel corso de corta estatura llamado Napoleón Bonaparte. Hoy, volvemos a escuchar ese número de nuevo, cien días que también son protagonistas en España, los primeros cien días de Gobierno del popular Mariano Rajoy en el que ha pasado muchas, incluso alguno diría. demasiadas cosas.

Aquel, eterno prometido que nunca parecía conseguir el despacho de la Moncloa, conseguía el cetro de mando del Ejecutivo español, aquel 20 de Noviembre de 2011. Desde entonces, aquel gallego, que tantas noches electorales se lamentó. Se hizo con el timón de una España desangrada por una crisis que no termina, ni parece que lo vaya a hacer durante los próximos años.

Aquel hombre, que cumplió 100 días al frente de los designios de España, el pasado 31 de marzo ha tenido que enfrentarse a una de las actividades más febriles, en un corto espacio de tiempo. Porque aunque parezca mucho, 100 días son algo más de tres meses, en los que el presidente del Gobierno nos ha impuesto una ‘economía de guerra’ un drástico giro de la política con una única obsesión, un único objetivo, que no es otro que cortar la hemorragia, aquello que en el mundo empresarial se llama cuadral las cuentas – es decir – igualar gastos a beneficios.

Lo cierto es que la estrategia del Gobierno, es ir alcanzando pequeños objetivo para conseguir un gran final para salir del túnel negro y oscuro de la crisis económica. El primer paso es que el decrecimiento de la economía sea cero, y para ello, en estos 100 días el Gobierno ha puesto en marcha una batería de reformas que presuntamente atacan a todos aquellos problemas que nos alejan del crecimiento económico. Es decir, el paro, un consumo a la baja, y un infinito agujero en las cuentas públicas de las CCAA.

Es cierto, que aquel Rajoy que ganó las elecciones por una enorme mayoría absoluta, no es el mismo que este Rajoy, este que hoy cumple 102 días de Gobierno. Lo mismo le pasó a Napoleón que volvió de Elba triunfal, sólo que en este caso, cien días después se estrelló en Waterloo.

Mariano Rajoy tiene hoy otra cara, algo menos sonriente, con una ojeras algo más pronunciadas, con un par de revolcones electorales en su haber, se le notan demasiado estos cien primeros días a Mariano Rajoy, que ha vivido una recta final alargada por las continuas críticas que ha sufrido su reforma laboral que más de una cana habrá pintado en el pelo y la barba del jefe del Ejecutivo.

Se le notan las ojeras y las canas de estos 100 primeros días sin dormir – también a España – que avanza como puede hacia un futuro prometido, pero con demasiadas trabas por el camino. Llegar a la bonanza, se llegará, la cuestión es cuantas canas nos saldrán por el camino.

Muchos más cien días…Suerte Mariano…vamos a por ellos!