Primer hábito: Ser proactivo, es decir, responsable de tu vida, de tus inversiones. Eres tú el que decides qué hacer con tu dinero, no los demás. Eres tú quien tiene que tener criterio propio, no los mercados, Merkel o la evolución del euro. Fórmate y sé el capitán de tu vida… y de tus inversiones.
Segundo hábito: Empiece con un fin en la mente; esto significará que debemos saber bien si vamos a especular o a invertir y tendremos claro cuales son nuestros objetivos de rentabilidad y de pérdida. Si no sabemos a donde vamos… cualquier camino es bueno.
Tercer hábito: Primero, lo primero. Saber distinguir lo principal de lo accesorio, lo importante de lo urgente. Si especulo lo primero es hacer control de capital, estudio de los riesgos, ver si tengo tiempo, herramientas… Si invierto, saber que lo hago a largo plazo y me olvido de las volatilidades intermedias que confunden.
Cuarto hábito: Piense en ganar-ganar. No compito contra nadie, el mercado es tan inmenso que todos podemos ganar dinero.
Quinto hábito: Procure primero comprender… y después ser comprendido. Esto significa que debemos acercarnos a los mercados con respeto, intentar comprender, saber cómo funcionan, qué lógica tiene…Una vez realizada esta labor, ya podemos “esperar” que nos gratifique con rentabilidades.
Sexto hábito: Sinergice. No se conforme con lo que ya tenemos, sino que debemos alcanzar el éxito y para esto ampliemos nuestro punto de vista, conozcamos a nuevas personas, aprendamos nuevos enfoques.
Séptimo hábito: Afile la sierra. Esto es renovémonos física, mental y espiritualmente. Así pensaremos mejor, así veremos las cosas con más claridad y profundidad. Así nuestra relación con la inversión o especulación será más equilibrada.
Mi experiencia me dice que si aplicamos con asiduidad estos principios de sentido común nos irá, necesariamente, mejor que su contrario. Seamos proactivos y comencemos a ponerlos en práctica.
Miguel Angel Cercas
Director Renta 4 León
macercas@renta4.es