¿Pueden nuestras cuentas ser confiscadas en cualquier momento?

Se trata de un artículo en CounterPunch y varias declaraciones en vídeo del inversor Jim Rogers en la CNBC con el tajante título Get your money out of the banks (mantén tu dinero fuera de los bancos), de Nigel Farage, para Fox News, líder del partido de la Independencia del Reino Unido y Eurodiputado, “I never thought that the EU will resort to stealing money just to keep the banks propped up” (nunca pensé que la UE fuera capaz de robar dinero para apoyar a los bancos), donde expresa sus inquietudes sobre la banca española.

También expresa sus opiniones Marc Faber, analista de inversiones y empresario suizo presidente de Marc Faber Limited, apodado Dr. Doom, que indica para Bloomberg que “not even gold wil save you from what is coming” (ni siquiera el oro te salvará de lo que viene). Tres auténticas joyas de preocupación sobre las erróneas decisiones de nuestros gobernantes europeos y nuestro sistema financiero de casino.

Todos ellos califican el hecho, con mayor o menor énfasis, como de robo institucionalizado. Pero vayamos por partes.

Jim Rogers no escatima en expresar sus opiniones acerca del sistema financiero internacional y las malas praxis que se están desarrollando en la UE, y más concretamente sobre la incertidumbre que generará en las inversiones a nivel mundial las declaraciones del ministro holandés de finanzas, Jeroen Dijssebloem, del que ya he hablado hace poco.

Si pensamos que en realidad todo el sistema financiero se sustenta en la premisa de la “confianza”, medidas como las implementadas en Chipre y las declaraciones de Dijssebloem, van en el camino contrario, y ponen en jaque a todo el sistema financiero europeo, y por extensión al mundial. De nada valen sus declaraciones posteriores aclarando que las medidas de Chipre son excepcionales y no se va a repetir en ningún otro país europeo: el daño ya está hecho.

Pero, volvamos sobre el título de este texto, ¿nuestras cuentas pueden ser confiscadas en cualquier momento? Mi respuesta es sí. Si nos atenemos a las explicaciones dadas por Ellen Brown en CounterPunch, sólo tenemos que dirigirnos a documentos del gobierno de EE.UU. y del Banco de Inglaterra que se originaron tras las sesiones del G20 en Basilea (Suiza) para comprobar que estos gobiernos hace tiempo que trabajan sobre esa hipótesis. La cuestión consistiría en romper las ayudas a la banca provenientes de nuestros sistemas fiscales (dinero del contribuyente) para que sean los clientes de los bancos (los depositarios) quieren salven a sus proveedores de servicios (la propia banca), por lo que se ve. A cambio, se propone un cambio de los montantes de los depósitos por acciones de los bancos. Lo cual no deja de ser muy gracioso, si nos acordamos de a cuánto se vendieron las primeras acciones de Bankia y cuál es su cotización a día de hoy. La confiscación del 60% para los depósitos mayores de 100.000 euros en Chipre es un chiste comparado con esta posibilidad en España.

La conformidad tonta de los chipriotas en relación a la confiscación de los depósitos superiores a 100.000 euros, argumentando que son el resultado de un sistema bancario opaco, a donde van a parar fondos de procedencia dudosa, evasión de capitales o de impuestos, o todo junto. Culpa no de las personas que han confiado en las autoridades chipriotas para depositar su dinero, sino de un sistema que lo permite a priori. No hay que poner una multa a algo que es legal; habrá que cambiar la ley y permitir a las personas que tomen una decisión coherente con la nueva legislación y sus intereses personales. Esta medida es tanto como multar a todos los coches que pasen por una calle porque suponemos que tarde o temprano van a cometer alguna infracción de tráfico, incluso alguna que al legislador se le ocurra en el futuro. ¡En fin!

En cualquier otro país europeo, donde esta facilidad “opaca” no existe, indicar que los ricos y súper-ricos no tienen depósitos millonarios en los bancos, sino que su riqueza la mantienen en forma de otro tipo de activos, más o menos líquidos, que les permite protegerla. Por tanto, una medida de este tipo, a quien realmente afecta no es precisamente a estas clases.

Todo ello nos hace concluir que de alguna manera nuestro sistema económico, especialmente el financiero, tiene que cambiar radicalmente. No es posible un sistema que esté basado en el préstamo indiscriminado del BCE a la banca maltrecha que lo único que hace es comprar deuda pública que crece sin fin (en 2012 todos los países europeos vieron crecer su deuda, y nuestro propio gobierno está negociando con las autoridades comunitarias un déficit para este año del 6%). En algún momento se producirá el colapso del sistema. Muchos nos preguntamos incluso si el sistema capitalista moderno es sostenible, como hace Kenneth Rogoff.

Por otro lado, tal como indica Marc Faber para Boomberg TV, se imprime mucho dinero, pero no va a parar a la economía productiva, sino que se queda atrapado en la industria de servicios financieros y entre las personas que tienen acceso a estos grandes fondos, en su mayoría súper-ricos. Estos fondos sólo ayudan a crear burbuja tras burbuja; primero la que se creó alrededor del NASDAQ entre 1997 y 2000, luego la de la vivienda hasta 2007, luego las “commodities” en 2008 cuando la economía estaba ya en recesión. Más recientemente, ayudando a subir las bolsas de las principales economías emergentes, como Indonesia, Filipinas, Tailandia, donde los índices de sus mercados bursátiles se han incrementado hasta hasta cuatro veces desde mínimos de 2009. Ni siquiera la burbuja creada alrededor del oro podrá resistir si finalmente se demuestra una crisis sistémica, como la que parece nos amenaza.

Por último, y respecto a la confiscación de cuentas bancarias, debemos tener muy presente que los depósitos en la UE están teóricamente protegidos hasta 100.000 euros por depositante y banco. Me gustaría saber cuál es el monto del fondo preparado para tal eventualidad. Nos podemos encontrar con algunas sorpresas de insolvencia. Además, siempre existe la posibilidad de cambiar la Ley con efecto retroactivo, y si no que se lo pregunten a los chipriotas.

Sí, nuestras cuentas pueden ser confiscadas en cualquier momento.

 

Manuel Caraballo Callero
Economista