¿Qué más da? Son médicos, ¿no?

“Hay 10 horas de guardias al mes que ya no me paga nadie. Trabajo desde hace años más de 60 horas a la semana, pero aún me llaman por teléfono para preguntarme si se me ha ocurrido librar el lunes después de trabajar 24 horas el sábado. Me quitan días de libre disposición. Me quitan vacaciones. Me asfixian. Me ponen a prueba.

 

(…) Un día por la mañana te levantas y descubres que uno de esos individuos (un político) ha decidido privatizar seis hospitales públicos, que quiere desmantelar otros dos, que va a mover las fichas de los facultativos a su antojo como si no existieran los equipos de trabajo, como si un neurólogo tuviera los mismos conocimientos que un pediatra o un microbiólogo. ¿Qué más da? Son médicos, ¿no?

(…) El problema de fondo no es que nos quedemos sin trabajo, ni que ganemos más o menos dinero. El problema de fondo es que poco a poco desaparece la Sanidad Pública, y eso es algo innegable”.