La derrota de Arenas abre heridas en el PP Andaluz

Jornadas de reflexión las que se abren a partir de hoy para el Partido Popular. Sólo cuatro meses han bastado para que 400.000 votos se hayan esfumado en Andalucía. Pero ya no sólo eso, es que al igual que ocurría en las generales, la victoria (derrota) de Javier Arenas llega por demérito de los socialistas. De hecho, si miramos la diferencia de votos, nos damos cuenta de que tan sólo llega a los 40.000 a favor de los populares.

¿Qué es lo que ha fallado? Eso es lo que van a tener que dilucidar a partir de ahora los dirigentes populares. En primer lugar, lo que falla es el candidato. 4 veces 4 son las que Javier Arenas ha perdido unas elecciones en Andalucía. ¿Llegará a por la quinta? A tenor de sus palabras, poco se puede decir.

Si se hace caso a las urnas, no debería. Y a tenor de lo que dicen los andaluces, tampoco. Según el CIS Arenas obtiene una nota de 4,23. Griñán, por su parte, un 4,5. Pero es que el 22% de los andaluces, aseguran que su actuación política es mala o muy mala.

La campaña electoral

Pero no todos los errores corresponden al candidato. También ha habido fallos garrafales en la campaña electoral. Poco apoyo de Madrid, y la negativa a participar en el debate de Canal Sur, que ha dado alas a Griñán y a Diego Valderás (IU) para captar el voto descontento con el Partido Popular.

De hecho, tanto PSOE como IU han basado buena parte de su campaña en el clásico “miedo a la derecha”. Algo que Arenas ha rechazado combatir, pensando que una campaña de perfil bajo podría beneficiarle. Sin embargo, estamos –una vez más- ante el clásico complejo de la derecha a “combatir” esos cliché que se repiten una vez tras otra.

Obviamente, en este caso a Arenas no le ha ayudado nada la política de recortes del Gobierno central, ni tampoco la sombra permanente –y no despejada- de que pueda llegar el copago sanitario o educativo.

El nuevo bastión socialista

Pero la derrota de Arenas puede complicar mucho más la cosa al Partido Popular de lo que  se piensa. Andalucía se puede convertir, de la mano de Griñán, en el nuevo bastión socialista desde el que hacer oposición al Gobierno Central. De hecho, el ejecutivo autonómico podría oponerse a aplicar muchas de las políticas de recortes que se fijen, tal y como ocurría en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Mucha autocrítica va a necesitar, por tanto, Rajoy en Andalucía. Pero también en Asturias. Allí los resultados han sido más o menos parejos a los que obtuvieron hace 10 meses. Sin embargo, están condenados a entenderse con Foro Asturias. El Partido de Álvarez Cascos, que abandonaba la formación azul antes de las pasadas elecciones, y que se ha convertido en la segunda fuerza más votada.

Nuevo error de tiro de Rajoy, que no quiso llevar a Cascos como número 1 de la lista, ya que representaba el pasado. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que era la mejor opción para conseguir hacerse fuerte en el Principado.