O dieta, o régimen

Ahora Bruselas me saca de mi casi error, y me recuerda en toda su crudeza lo que nos pasó, manque a nuestro Gobierno le pese. Que nos rescataron. Y que un rescate no es a cambio de irnos de rositas. Que tenemos dos soluciones, y solo dos: o nos apretamos las tuercas para cumplir con el déficit, o nos las aprietan ellos para que lo cumplamos con sus normas. En todo caso van a ser sus normas, pero más o menos nos dan a elegir entre ponernos a dieta o ponernos a régimen.

Dirán ustedes que las diferencias son nimias. Como las diferencias entre un rescate y un préstamo. Ya. Pero siendo mínimas, son fundamentales. A saber: el préstamo lo pide uno porque va hasta el cuello, y el rescate se lo imponen a uno para que no arrastre a los demás al vacío. No, Mariano, no fuiste tú el que impusiste tus condiciones para que Europa nos echara un cable. Y ahora te recuerdan quién tiene la sartén por el mango. Tú verás cómo te las compones.