El dinero necesita certidumbre

Es decir, que la factura la pagarán los ciudadanos europeos a medias con los locales,  y que se podrían dejar caer también entidades en problemas. Un mecanismo que muchos hemos defendido, pues lo consideramos más justo que la socialización total de la deuda, pero que no puede ser generalizado en todos sus términos. Más que nada porque un movimiento de este tenor supondría olvidar las realidades financieras de cada país, y si se produjera en entidades de gran tamaño sistémico para Europa, podría provocar pérdidas millonarias en muchos inversores que ahora huyen despavoridos.

El señor Djsselblom, que todavía está de estreno en estas lides europeas, debe entender que los inversores, que el dinero, necesita certidumbre. Lo que se ha hecho en Chipre es de las dos malas decisiones que se podían tomar, la menos mala. Sin embargo, no significa que sea buena, pues supone un cambio de paradigma inesperado respecto a la doctrina imperante hasta el momento. Y eso, supone abrir una brecha de inestabilidad en los mercados, y que vienen a demostrar que a la moneda única le queda un largo camino por recorrer. Empezando por conseguir la famosa unión bancaria de la que tanto se habla, y que parece estancada por la falta de interés de algunos Estados miembros de la Unión Europea.

De todo esto van a poder hablar hoy Françoise Hollande y Mariano Rajoy en El Elíseo. Una reunión donde inevitablemente tendrán que hablar de Chipre, pero donde también hablarán de la coyuntura Europea, y de la importancia de empezar a dar chutes de estímulo a la economía de la Eurozona. Dos voces, una más alta –la de Hollande- otra más baja –la de Rajoy- que llevan semanas reclamando ese cambio de actitud entre los 17 del Euro, pero que se topan una y otra vez con la oposición germana. El NO rotundo de la Alemania de Merkel que todavía no parece haber entendido que el Viejo Continente empieza a ralentizarse en exceso, que el mundo está cambiando deprisa, y que Europa se queda atrás frente a otras potencias –muchas de ellas emergentes- que le están comiendo el terreno que tradicionalmente había ocupado