España ya no es lo que era

Parece que en los últimos meses el sino de España es aparecer en la prensa internacional transmitiendo una mala imagen de nuestro país. Cuando no es por un posible rescate, es por el paro, y si no por la expropiación de una empresa española en el extranjero.  Red Eléctrica se prepara ya para negociar con Bolivia el precio que ésta debe pagar por la expropiación de su filial en el país.  Anunciada ayer por Evo Morales, supone la pérdida de cerca del 3% en el negocio total de la compañía española.

Esta medida adoptada por el presidente boliviano no es que tenga un gran coste económico, que no lo tiene, como mediático en nuestro país. Es el segundo golpe de este tipo que nos asestan en tan sólo dos semanas. Y sin que, además, se pueda hacer nada. El Gobierno, en contra de lo hecho con Repsol, ha optado por la prudencia y por rebajar la tensión al mínimo. Sin embargo, debe reflexionar sobre su estrategia en política exterior, especialmente con países como Argentina, Bolivia o Venezuela.

Al frente de ellos hay líderes populistas que, en la mayor parte de los casos, necesitan golpes de este tipo para tapar sus problemas económicos. Luego estamos en franca minoría. Y a eso hay que sumarle algo que, quizá, no hayamos tenido en cuenta: ya no somos lo que éramos. Tenemos problemas, y eso cualquiera que nos vea desde fuera intenta aprovecharlo. ¿Pensaba el Gobierno que Estados Unidos o Reino Unido iban a clamar contra Argentina por YPF? Era obvio que no, cuando hay posibilidad de negocio para sus empresas. Así que es momento de bajar a la tierra y darse cuenta de que nuestra imagen exterior está muy debilitada. No queda otra más que poner las barbas a remojar e intentar adelantarse a los acontecimientos que puedan venir para afrontarlos en solitario.