"Mas!" faroles el Día de la Marmota

 

Atrapados ayer, por ejemplo, con Mariano Rajoy que vuelve a encaminar sus pasos – cada vez más decididos – en algo tan incomprensible como retasar lo inevitable con fines electoralistas, mintiendo por el camino. Ayer fue como aquel día en el que el presidente del Gobierno decidió retrasar – hasta después de las elecciones andaluzas – los presupuestos plagados de recortes que presentó por el deficiente estado en el que se encontró las cuentas. Ese lastre, ese tiempo perdido que tanto ha arrastrado a España hasta el abismo, está a punto de repetirse.Y una cosa les voy a decir: si por aquel entonces – si el pasado mes de marzo esto olía bastante mal – ahora, a un mes y medio de las elecciones vascas y gallegas, las intenciones de Rajoy huelen a pescado podrido.

Se ha adelantado ya el Partido Popular a aclarar que el jefe del Ejecutivo no está escondiendo el rescate hasta que pasen las elecciones del 21 de octubre. Aunque si al final se confirma lo que ya huele a rancio, si finalmente el presidente pide el rescate total a España, (el mismo que han negado mil y una veces, el mismo que ya han dejado entrever varios miembros del Gobierno y del Partido Popular)…si al final Rajoy retrasa otra decisión vital para nuestra economía como es un rescate, el lastre que tira de España – o mejor dicho – el lastre que es España para la Unión Europea va a terminar por romper la cuerda que nos une.

Y con esto bajo el brazo acudió Mariano Rajoy a la puerta de La Moncloa a recibir al “aguafiestas”, el primer ministro Finlandes, el señor Jyrki Katainen. El mismo al que le pica el sillón europeo, para empezar porque es euroescéptico, es decir, que no cree en esto de la Unión Europea, en la que unos pocos tienen que sostener muchos, “la de hoy por mí…ya veneremos si mañana por tí”. Este señor, solo quiere garantías de que va a recuperar su dinero, el mismo que ha aportado al bote común europeo para rescatar, prestar y dar créditos a los tontos de una clase en la que nadie repite curso, de momento.

 

El señor Katainen que por cierto fue recibido en el aeropuerto por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el mismo día que Cataluña vivió su particular día de la Marmota, o día de la Diada. Ayer gritaba Barcelona un lema: 'Cataluña, un nuevo Estado de Europa', son las palabras que lideranron la manifestación que recorrió la Ciudad Condal, que gruñe la palabra independencia, letra a letra mientras le pide al presidente de la Generalitat que se aclare, que diga si se sube, o no, al tren del separatismo que colapsado Barcelona.

Artur Mas desde luego habló ayer, y le dedicó su respuesta al Gobierno español, dice el president que “sin pacto fiscal, el camino a la libertad de Cataluña estará abierto”. ¿Que ocurrirá, Artur, si al final hay pacto fiscal?…¿Vas a bajar tu a la calle el día de la Diada, a decirle a la gente que grita independencia, que como te han dado el caramelo, has dado tu mismo el portazo a la libertad?.

Es impresionante el giro que ha dado el presidente de la Generalitat en los 10 meses de Gobierno del señor Rajoy. Comenzó Artur Mas declarando amor al nuevo Ejecutivo, “estaremos al lado del cambio”, decía Mas, que despechaba ayer la amenaza de una falsa independencia, que nunca va a activar. Una independencia, una manifestación, la que ayer recorrió Barcelona, la que ayer Mas utilizaba como amenaza, como un órdago al Gobierno en una partida de mus, en la que Rajoy tiene muy mala cartas, pero en la que Artur Más se vuelve a echar un farol.