Floriano el “sindicalista”

 

Desde el punto de vista legal, tiene toda la razón del mundo: estar imputado no es causa objetiva de despido. Por tanto sería un despido improcedente, y si es improcedente hay que readmitir al despedido. “Y eso es así”, remachó tan campechano, “nos guste o no nos guste”.

Fíjate tú. Haber recorrido medio mundo para aprobar una reforma laboral y después no poder aplicarla. Mecachis qué mala suerte. Claro que Floriano se calla lo más importante: que la legislación laboral contempla la sustitución de la condena de la readmisión por la consabida indemnización. Esa misma que los lobbies patronales exigen que se baje hasta el gratis total, porque así no hay condena de readmisión que valga.

¿Y me van a decir los mismos que aprobaron la reforma laboral a bombo y platillo, la reforma que alienta, consiente y estimula los despidos a mansalva, que ahora no pueden ampararse en ella para poner de patitas en la calle a Jesús Sepúlveda? Venga, menos lobos, Caperucita Floriano.