From London to Auschwitz

Ahora el Gobierno británico da un apretón de tuercas sin precedentes al Estado del Bienestar. Algo que debe poner muy húmedas ciertas partes de nuestras clases dirigentes. La filosofía que acoge a estos recortes, dicho por el propio gabinete de Cameron, es que ayudar a los pobres y a los necesitados lastra a los mismos ayudados. No al Estado, no a la sociedad, no, ojo: a los pobres mismos. Ya saben: el ayudado es culpable de ser ayudado.

 

Como lo de los nazis y los judíos, pero sin cámaras de gas de por medio, les acabo de decir, ¿verdad? Bueno, pues no, aquello era incluso humanitario comparado con esto. Allí cuando un oficial de las SS abofeteaba a un judío en plena calle no le decía que era por su bien. Ahora sí. Ahora les mandamos a los tres poderes (Policía, Juzgados y Políticos), junto a una prensa amordazada, y les decimos que es por su bien. Nuestros dirigentes no son nazis. Son peores. Son unos sádicos con disfraz de demócrata.