La gallina de los huevos de oro

Todo un motor económico que viene promovido sobre todo por el gasto que hacen los chinos y los rusos que –digamos- tienen la billetera más fácil.

Pero esta edición de FITUR llega marcada por varios conflictos o retos en nuestro país. Es un momento en el que estamos viendo movimientos empresariales en el sector, el último la compra de Orizonia por parte de Globalia, y también en el que hay ajustes de personal debido a la caída de la demanda en las agencias. Tenemos también encima de la mesa la polémica por la subida de las tasas aéras que ha llevado a cabo el Gobierno y, sobre todo, la gran incógnita radica en conocer el futuro de la que es la principal aerolínea española. Iberia, que inmersa en plenas negociaciones con los sindicatos, prepara un ajuste de 4.500 personas sin que todavía se haya llegado a un acuerdo que debería estar cerrado antes de mañana.

Ya ven que el panorama pinta complicado. Pues a pesar de todo esto, España sigue siendo uno de los países que más turistas recibe: más de 57 millones de turistas el año pasado, consagrándolo como el tercer país receptor de todo el mundo, dejando un superávit en la balanza turística de 31.000 millones de euros… Una cantidad nada baladí, que supone una de las principales fuentes de ingresos de nuestro país, y que debemos cuidar como oro en paño, si queremos seguir teniendo en el turismo nuestra principal baza comercial. De ahí que se antoje necesario un verdadero plan de relanzamiento integral de la marca, de renovación de las instalaciones, y adoptar medidas para ser competitivos frente a otros países que empiezan a despertar como Marruecos o la zona de los Balcanes. El turismo es nuestra gallina de los huevos de oro, y si no la cuidamos, podemos quedarnos sin ella en no mucho tiempo.