La política exigida para los países con problemas, por la nefasta líder de la Unión europea Ángela Merkel, ya no solo es denunciada por algunos indocumentados como yo, también prestigiosos rotativos internacionales, como el NY Times, se echan las manos a la cabeza anunciando un cataclismo económico si no se rectifica.
El pasado 12 de abril The New York Times publicaba un editorial con el sugerente título “Una sobredosis de dolor”.
En el mismo, entre otras cosas se afirmaba que “España va camino de convertirse en la próxima economía europea que quiebra a consecuencia de la mala gestión que Alemania está haciendo de la crisis de la zona euro.” o, “La canciller Angela Merkel, y sus aliados políticos, deben reconocer que ningún país puede pagar sus deudas si se asfixia el crecimiento económico.”
Y esto es lo que está sucediendo en España. Al día de hoy no se ha promovido una estrategia sería para proporcionar financiación a las familias y a las pequeñas empresas, que son las únicas que pueden provocar un importante revulsivo en el corto plazo, ni se han articulado medidas reales para cortar la sangría del desempleo, no dentro de seis meses o de un año, hoy ahora, España ya no puede permitirse un parado más, y eso es lo único que parece garantizar las medidas legislativas adoptadas hasta el momento. Parecen garantizar esto y la supervivencia de un sistema financiero que ha demostrado su parasitismo.
“La prescripción médica que la señora Merkel aplica por igual a todos los países no funciona en ninguna parte”. Tras semanas de calma, y a pesar de las inyecciones de grandes cantidades de liquidez por parte del Banco Central Europeo, los países están entrando en recesión, el desempleo crece y las previsiones de déficit empeoran”. Los mercados de bonos están especialmente nerviosos sobre España e Italia, dos de las mayores economías de Europa.
Así se expresa el editorialista del NY Times, y es que los inversores internacionales de lo que dudan es de la viabilidad de una economía cuyo PIB sigue decreciendo, al contrario que nuestro paro, que sigue marcando máximos mundiales, y es que la solvencia se demuestra por la capacidad de generar actividad económica, y esto es lo que no se está apoyando.
El liderazgo de un gobernante se debe ejercer en beneficio de los ciudadanos sobre los que se gobierna, no en busca de la aprobación de una persona tan desequilibrada como es la Canciller alemana, incapaz de sentir la mínima empatía por aquellos que no comparten sus mismas circunstancias, e incapaz de atisbar intelectualmente las consecuencias de sus obsesiones.
Señor Rajoy, ha llegado el momento de defender los intereses de los ciudadanos españoles, que en demasiados casos ya son de supervivencia, y esto debía saberlo usted ya antes de las elecciones a las que se presentó y gano, por lo que no es excusa la herencia recibida.
Urge que de una vez por todas haga llegar el crédito a las pequeñas empresas y autónomos, así como que ponga todos los medios a su alcance – que son muchos, aunque a usted no se lo parezca – para que los propios ciudadanos comiencen a buscar y aportar soluciones al problema del paro, que es nuestra mayor sangría, en especial el de los jóvenes. Urge que usted comience a ganarse el respeto de los ciudadanos de este país, le hayan votado o no, ya llegará después el respeto internacional. Y no se deje marear por los viajes y encuentros del Ministro De Guindos, que cada vez me recuerdan más a los viajes del ex ministro Blanco, para vender “casitas” fuera de España. El resultado en ambos casos será parejo, la solución pasa por dar un vuelco a nuestra evolución económica y ustedes, con algunas de sus medidas, acentúan la crisis.
