Por ejemplo, gracias a la recuperación, ya hay maestros, policías y profesionales sanitarios que se han olvidado de holgazanear a partir de los 65. Ellos, si las fuerzas les dan, currarán hasta los 70. Y si no, es que son unos débiles. Gracias a la recuperación, los taxistas de las grandes ciudades han asimilado que su jornada no baja de las 14 horas, que es lo que cualquier sociedad justa y equitativa tiene como meta laboral. Gracias a la recuperación, cientos de miles de españoles saben que el dicho “la bolsa o la vida” tiene al fin un sentido a las puertas de los hospitales.

Seguimos. Gracias a la recuperación, gracias a ti, hacedor Montoro, no ya cientos de miles, sino millones de españoles, han aprendido de forma autómata y disciplinada el gesto de doblar el espinazo y postrarse ante su pagador. Gracias a la recuperación que ya está notando la gente, cierran discotecas y bares míticos, que un país serio no puede permitirse tanto tiempo despilfarrado en ocio. Gracias a la recuperación, señor ministro, a lo mejor dentro de un año le echamos del cargo. Que seguro que encuentra trabajo de nuevo, gracias a la recuperación.