Como en toda mafia, y las élites económicas lo son, además de los matones por encargo están los teóricos de la organización. Seguro que no falta alguno que apunta, como si la cosa no fuera con él, que de otra forma es imposible competir con los países emergentes, los llamados BRICs, donde la hora de trabajo cuesta 10 veces menos. Claro que ese argumento oculta lo más importante: que nuestros capitales viajaron allí hace años para producir más por menos, y que ahora pagamos la cuenta, es decir, la pérdida de competitividad tras la necesaria transferencia tecnológica a la que, por supuesto, aquellos países no van a renunciar.

Y ahora puede que terminemos de comernos la tostada si, como apuntan los expertos en mercados emergentes, también allí les llega ahora el colapso financiero mundial, ya sea en forma de “sobrecalentón” inmobiliario, ya de rebaja del ventajismo comercial que hasta ahora suponía invertir en esos países. ¿Y todo lo que propone el Círculo de Empresarios madrileño es rebajar el Salario Mínimo? En serio. Quiero la hierba que fuman. Y a su camello también.