Información y matonismo

Hasta donde mi escaso recuerdo de la profesión llega, un periodista tiene la obligación de contrastar sus fuentes, no de dar las visiones de parte de un colectivo o empresa que se considere agredido. Por la misma razón, ese colectivo o empresa tiene derecho a expresar su punto de vista por cualquier medio que estime oportuno, sin menoscabar el derecho de otra parte a la libertad de expresión. Por tanto, sin presionar a nadie, bajo ningún método ni herramienta, a que incluya en su línea editorial un determinado punto de vista.

Asimismo, existe el derecho de rectificación, que no actúa como contrapeso a la honra de una persona física o jurídica, sino en virtud de un punto de vista incompleto por su falta de exactitud. Es decir, como método para completar una información veraz, única exigencia constitucional que cabe en el ejercicio informativo. Y veraz es aquello que responde a la verdad y puede ser comprobado.

Por tanto, una empresa puede exigir que se complete una investigación por atentar contra la veracidad, pero no que se difunda un punto de vista interesado. Todo lo demás es matonismo informativo de espagueti western. Por eso las redes sociales saltan en defensa de Évole. A ver si alguien en la patronal toma nota.