Con lo bien que suena el crecimiento

En un momento en el que Europa vuelve a plantearse la necesidad de poner en marcha políticas de crecimiento, el Gobierno español trata de convencer al serio gabinete alemán de la necesidad de estimular ese crecimiento para animar a las economías más debilitadas como la nuestra a causa de los ajustes, ajustes que por otra parte, el Ejecutivo no quiere perder de vista. La consolidación fiscal es en estos momentos la que reina despóticamente en una Europa dirigida por Alemania y eso es lo que se le traslada a los mercados, deseosos de nuevas medidas para dejar de castigar a las deudas -muy rentables, por cierto para los famosos especuladores- que como la española, continúa en niveles máximos. El presidente del Gobierno lo dejaba claro ayer: se han tomado muchas medidas, ajustes duros y por supuesto no contemplados en el programa electoral del PP, pero la realidad de los números ha superado a la de las letras, a la de las buenas intenciones y no queda otra que recortar, ajustar y si eso, poner a disposición de las empresas una serie de emdidas para dinamizar a la economia (mientras el crédito no llegue de poco sirven). Cada viernes se ha anunciado un programa nuevo de reformas y ya tenemos el anticipo de lo que será la recta final de la semana…se aprobará la liberalización de servicios como las infraestructuras del transporte. Se busca que sean más eficientes, austeras y por tanto menos costosas para los ciudadnos. Eso, hagan más eficiente el transporte para ver si dentro de 15 años cuando hayamos salido de ésta se nos alivia la carga que pagamos por ello. Mientras tanto en medio de la tormenta, paguen. Desde mañana se aplica el famoso tarifazo: 12 euros para el metrobus de Madrid que sube un 30%, más de un 10% lo hará el de Cercanías.