Todo el mundo da por amortizado a Silvio Berlusconi que, por ahora, niega la mayor y se aferra al sillón de Primer Ministro. Sin embargo, hoy el Congreso italiano le puede dar la estocada si rechaza las cuentas del Estado relativas al año 2010.

Nueva marejada en el seno de la Unión Europea que sigue pendiente de la crisis de deuda que no acaba de cerrar. Los mercados siguen empeñados en dar toques de atención, y en que se hagan las reformas que consideran necesarias y no van a parar hasta conseguirlo. El problema es que no se sabe cuánto podrá aguantar la zona Euro este temporal bursátil que, por poner un ejemplo, ha hecho que en cuatro años la bolsa española haya perdido la mitad de su valor.