Merrill Lynch también contra el “banco malo” español

Finalmente, Merrill Lynch, se alinea con la tesis que vengo defendiendo, desde hace casi un año, tanto desde estas páginas de Diario Financiero – con artículos como “Bancos malos o más bien perversos” o “Elvira Rodríguez, ministrable” – , como desde las ondas de Primera Hora en Gestiona Radio, como desde mi blog personal – con artículos como “Sobre solvencia, liquidez y el sacrificio de la sociedad a favor de los bancos” y “Se ha creado el Banco Malo español, se llama FROB”.

Merrill Lynch coincide con la mayoría de mis argumentos, sin llegar a entrar en mi cuestionamiento sobre la posibilidad actual de valorar, con un mínimo de fiabilidad, muchos de los activos inmobiliarios llamados tóxicos, debido – en mi opinión – a lo inadecuado de los métodos de tasación que se vienen utilizando. Tengo algunos ejemplos de suelos en los podríamos llegar a desviaciones, sobre el precio de realización de mercado, superiores al 80% sobre el valor en libros.

En sus conclusiones Merrill Lynch afirma: “La solución para solventar la profunda crisis del sistema financiero español es que el Estado inyecte capital en aquellas entidades que no son capaces de recapitalizarse por sí solas”.

Con esta afirmación coincido plenamente, habiendo realizado hace algún tiempo una propuesta, para el supuesto de que “razones de Estado” exijan la pervivencia de algunas entidades concretas – no necesariamente han de sobrevivir todas las que estén mal -, consistente en valorar todos los activos inmobiliarios incorporados en el activo de las mismas – no vinculados a su actividad -, así como aquellos que son la garantía de  créditos o prestamos, o conforman el patrimonio de sociedades inmobiliarias participadas, por el método de capitalización de rentas, reales o atribuibles.

El resultado nos dará un valor de activos, con la consiguiente necesidad de capitalización de las entidades, lo que sería asumido por el Estado, entrando en el accionariado de las mismas, con el porcentaje correspondiente. En definitiva lo que ha hecho Alemania con algunos de sus bancos, como el Commerzbank.

Si a esto se le quiere llamar “nacionalización”, sea así.

José Barta
Profesor de Estrategia para Mercados Hostiles
Consejero Banca de inversión.