Un documento en el que el Gobierno presentará a Bruselas su intención de que se deje a un lado la austeridad, y se empiece a estimular la economía e invertir en el empleo juvenil. Un cambio de postura del Gobierno, que ha permitido a Rajoy vivir algunos de sus mejores momentos desde que llegara a la presidencia. Me dirán ustedes, y con razón, que motivos no tiene, ya que el paro está peor, la economía también, y el bono a 10 años vuelve a estar en el 5%. Sin embargo, con eso de echarse en brazos de los estímulos y demonizar la austeridad, ha conseguido desactivar al principal partido de la oposición, y también –en parte- a los sindicatos.

La principal preocupación ahora mismo del Gobierno es conseguir buena parte de esos 6.000 millones que Europa quiere destinar al empleo juvenil. Para ello la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría viaja hoy a Berlín para exponer las reformas del Gobierno a la CDU de Angela Merkel. Pero lo que le preocupa ahora a Montoro no es el paro, ni tampoco la reforma impositiva que preparan las Autonomías para compensar las subidas del Gobierno central. Está preocupado –aunque diga lo contrario- por el incremento de la rentabilidad del bono a 10 años. Rozando el 5% sale hoy el Tesoro al Mercado para intentar captar hasta 3.000 millones de euros en letras a tres y nueve meses, en la  última emisión de deuda del semestre y con el 64% de las necesidades cubiertas.

Y seguimos muy atentos a las noticias que nos llegan desde China. Allí el Banco Central sigue sin vender billetes, a la espera de que bajen los tipos de interés del préstamo interbancario.

Pero lo que nos preocupa a usted y a mí no es la subida del bono a 10 años, ni la situación del mercado. Nos interesa el precio de la luz, que si nada cambia a última hora, nos va a subir el mes que viene. Se celebra la subasta de energía para fijar la tarifa eléctrica del tercer trimestre, y ya se habla de una subida que podría estar en el entorno del 2,5% en el recibo del ciudadano.