Una cita que se produce al margen de las que han mantenido el resto de sindicatos, que han hecho también sus propuestas para el futuro de la compañía. Las negociaciones se encuentran ahora mismo en un momento clave, ya que todas las partes están descubriendo buena parte de las cartas que quieren jugar de cara al futuro.

Sin embargo parece que las cosas no van a ser sencillas, ya que los sindicatos apuestan por salvar el mayor empleo posible y llevar a cabo salidas poco traumáticas, mientras que desde la dirección de la compañía se ven presionados por Londres que exige medidas inminentes para devolver cuanto antes a la compañía a los beneficios. Difícil momento en el que se hace más necesaria que nunca la voluntad de acuerdo, y en el que no estaría de más que ambas partes sigan buscando la mediación de un tercer actor que les ayude a superar los obstáculos más complicados, como ya ocurriera en su momento cuando recurrieron al SIMA.

Pero estas negociaciones se están encontrando con un arma de doble filo que todas las partes implicadas están utilizando. Todos ellos aprovechan los medios de comunicación para presentar sus propuestas y, de paso, presionar a la otra parte, lo que les añade otro plus más de presión. Sobre todo cuando unos u otros arremeten contra el resto. De ahí que tanto sindicatos de tierra, como tripulantes, como pilotos y dirección, deberían replantear sus estrategias. Desaparecer de la arena pública, sentarse a negociar el futuro de la mayor aerolínea española, y tratar de llegar a un acuerdo que resulte beneficios para la empresa y sus clientes.