Ni por el saludo

Y que lo grave no es eso, sino que es una asignatura, al parecer de prestigio, en las escuelas de negocio meidinespein. Y claro, los economistas meidinyermani o meidinfráns no entienden de misa la media cuando se les habla de semejante mortadela. Y, si por ventura lo entienden, entonces les entra el choteo padre.

Claro, queremos ser ejemplo y no damos ni para que se nos tome en serio siquiera por el saludo. Déjense de zarandajas sobre si Zapatero amigo de Morales o Rajoy amigo de Merkel, tenemos lo que tenemos, un país donde montar una empresa puede suponer un castigo administrativo de entre 1 mes y varios años, y de entre 500 y 30.000 euros. Si vieron uno de los últimos programas de Jordi Évole, titulado con mala leche “Emperdedores”, saben de qué les hablo. Y si no lo vieron, siempre están a tiempo, aunque sea hacer publicidad de otro medio.

Mientras, vamos asumiendo poco a poco que vivimos en el mismo país de siempre, en el que cuenta más trincar la pasta que gobernar al respetable, no digo ya tratarnos mejor que si fuéramos un rebaño, pero es que ni eso. Han conseguido que, en política, cualquier supuesto culpable de desviar fondos a las Caimán, por poner un ejemplo, sea una muestra más de este folclore de cargos adictos al mangoneo.