¿Y qué hacen los grandes partidos? Pues de momento se toman la temperatura, coquetean, pero no terminan de dar el paso adelante. De hecho, si escuchamos a Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, nos podemos quedar con un ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

Y mientras tanto la crisis económica se dejado por el camino a más de 300.000 empresas, un paro del 27,1%, una mayor carga fiscal y un aumento de la deuda que va camino de alcanzar el 100% del PIB. Una situación que ahoga a los empresarios, pero también a los ciudadanos. A todos y cada uno de los españoles, pero sobre todo a aquellos que llevan años sin encontrar trabajo. Gente, personas, a los que no les queda ya hueco para la paciencia que pide Mariano Rajoy, si no que quieren empezar a ver algún tipo de solución.

Creo que nadie piensa que ésta vaya a llegar de la noche a la mañana, pero sí quieren ver a sus gobernantes comprometidos con la causa, luchando contra viento y marea para revertir la situación, y llegando a grandes pactos de Estado para poner coto a esto. Unos renovados Pactos de La Moncloa que den un impulso a la  economía del país, pero sobre todo inyecten un chute de moral al ciudadano para que pueda empezar a remar de nuevo hacia una meta definida.

Porque ése fue, precisamente el acierto de la transición. Todo el mundo tenía un objetivo y sabía hacia dónde debía remar. Y ése es, precisamente, el problema que hay ahora: los políticos reman a un lado, la sociedad a otro, y la empresa a otro. .Si no unimos a todos esos actores y los ponemos a trabajar en la misma dirección, será muy complicado que la maquinaria se vuelva a poner en marcha.