Mucho hablamos de poner en marcha ayudas para los emprendedores. Pero también hemos reclamado en multitud de ocasiones que se piense en aquellos que ya están funcionando, es decir, en la PYME, en los autónomos.
Al parecer, el Ejecutivo estaría estudiando medidas para frenar la sangría de autónomos que hemos visto en el último, con más de 30.000 personas que han visto frenada su actividad.
Para ello, el Ejecutivo está preparando un recorte fiscal del 5% en los rendimiento de los módulos y un cambio de régimen –estimación directa o indirecta- de forma anual.
Buenas medidas a las que deberían sumarse ayudas por la creación de empleo, que pueden aliviar la presión sobre más de un millón de empresarios que suponen cerca del 98% del tejido productivo de este país, ya que son los propietarios de esos comercios y empresas a las que todos recurrimos cada día.