Por ejemplo, ¿abaratamiento del despido improcedente? No, padre. No, madre. Gratuidad total y sólo como paso transitorio a un nuevo escenario de liberación: pagar por ser despedido.

¿Incremento del IVA en libros, turismo y transporte público? Falsos estos Judas. Prefieren, pero lo ocultan, quemar los libros que no pasen la censura, gasear a esa chusma del turismo de clase media, y quien no tenga para un cuatro latas, ajo, agua y a patita. Que además pone en forma.

¿Supresión de la jubilación parcial? Otra media mentira. Nones. Quieren dividir el mundo entre quienes deciden y quienes trabajan, estos últimos hasta que revienten. Da igual la edad. Si es a los 90, a los 90. Si es a los 40, tanto mejor, más joven y más fresca su carne para alimentar el rancho de la nueva clase obrera.

¿Endurecer las condiciones para cobrar el desempleo? Pues no. Condenar a trabajos forzosos a los parados es lo que está en los sueños más húmedos de unos sinvergüenzas que, les recuerdo, dominan el mundo solo porque se lo permitimos. Cuando quieran, hacemos zapping.