Problema de recaudación

Una modernización de la estructura del Estado, ha dicho, que contempla nuevos programas sociales, así como una nueva fórmula de recaudación de impuestos. Justo lo que necesitamos en España, donde día tras día, los datos –tozudos ellos- se empeñan en alertar de que el sistema impositivo español está caduco. Según los datos de Eurostat, España registra la mayor caída de recaudación entre 2007 y 2011, sólo superada por Bulgaria, con unos ingresos equivalentes al 32.4% del PIB… Hasta Grecia, que miren cómo está, consigue un 33%.  No sólo eso, es que cerca de 30.000 millones podrían haber huido hacia la economía B en los últimos años.

 

Unas cifras que deberían hacernos reflexionar sobre el futuro que nos espera si no se hacen cambios, y más si tenemos en cuenta que estamos abocados a una sociedad que va a requerir cada vez más prestaciones sociales por el aumento de edad. Son cambios que debemos prever, que requieren de un gran pacto de Estado entre los grandes partidos, y que si no se adoptan, lllevarán a que en 10 o 15 años la situación vuelva a ser igual o más complicada que ahora. Un país debe evolucionar, estar abierto al cambio, a la modernidad, y también sus estructuras legislativas, jurídicas, económicas, impositivas, sociales y laborales. De ahí que no es de extrañar que, mientras la política está paralizada, en la empresa privada empiecen a plantearse nuevos formas de retribución para los empleados.

La patronal de la Distribución apuesta –entre otras cosas- por eliminar una paga extra, aumentar un 3,2% el número de horas trabajadas, quitar complementos por festivos, y un sistema salarial ligado a la evolución del consumo. Algo que afecta a estas cadenas, pues lleva 29 meses ininterrumpidos de caídas. Los sindicatos aseguran que las empresas quieren recuperar beneficios gracias a los trabajadores, mientras las empresas aseguran que es la vía más justa. Habrá que llegar a un entendimiento, pero parece obvio que ambas partes tendrán que ceder, si no queremos que la bajada de márgenes que se está observando en el sector culmine con un duro ajuste laboral.