Riesgo por complacencia

Es cierto que la pasada semana el Reino de España consiguió toda la financiación que necesitamos para el resto de año, un mes y medio, todo un logro. Y nuestro gobierno interpreta que eso hará que no haya demasiada presión sobre nuestros bonos.

Ocurrencias de algunos ministros como Báñez que no tiene pudor en decir textualmente que “estamos saliendo de la crisis y estamos viendo ya señales esperanzadoras en un entorno muy difícil”, sin aportar ningún estudio objetivo al respecto; cosa habitual en nuestra poca capacitada casta política, por cierto.

Mi opinión está lejos de esta falsa apreciación a tenor de datos objetivos sobre nuestra economía elaborados por entidades nacionales e internacionales. En este sentido, me gustaría detenerme sobre la información facilitada por Juan Carlos Barba en este estupendo estudio publicado en “Libre Mercado” donde explica los detalles de varios indicadores que miden la salud de nuestras empresas. Ninguno de ellos es positivo.

Destaco el que adjunto referente a los ratios de rentabilidad y de solvencia, donde se aprecia de forma clara un deterioro importante en ambas variables desde el comienzo de la crisis. 

 

En el gráfico podemos apreciar claramente que la rentabilidad de la globalidad de las empresas españolas ha pasado del entorno del 8,5-9% antes de la crisis hasta el algo más del 3,5% de rentabilidad sobre activos netos, un porcentaje que está en estos momentos justo en nuestra tasa de inflación, y muy por debajo de los costes financieros a los que debe hacer frente casi todas las empresas.

 

 

Más importante aún si cabe es deterioro evidente del resultado económico bruto, con una caída interanual del 10,1% con datos a octubre.

 

Justamente Juan Carlos Barba concluye que la situación de nuestras empresas es claramente peor que el escenario vivido en 2009, año de fuerte pérdida de empleos.

Pero, ¿qué hace nuestro gobierno al respecto? Proclama que ve “brotes verdes” y que a pesar de las dificultades, empiezan a ver “luz” al final del túnel, igual que lo comentaba Zapatero y sus ministros en unas previsiones que se han demostrado nefastas.

                    fuente: El Mundo

El problema de esta actitud es que instala la estrategia errónea de esperar a ver qué pasa, a ver si la economía mejora por sí misma, sin emprender ninguna medida relevante, mientras el desempleo escala por encima del 25% con perspectivas de superar el 26% en 2013 según todos los indicadores. Una actitud que en nada ayuda a la salida de la crisis.

Nuestro gobierno traslada a la ciudadanía un riesgo aún mayor de empeoramiento simplemente porque están paralizados ante la situación y viendo supuestos “brotes verdes”, ahí donde nadie los ve. Es lo que podemos denominar “riesgo por complacencia”.

 

Manuel Caraballo Callero
Economista