Mucho ruido… pero dará pocas nueces

 

Estamos ante una reforma que afectará de lleno a grandes y medianas empresas.

Sin embargo, a aquellos que de verdad componen el tejido productivo español –pequeñas compañías con una media de 8 trabajadores- poco les va a tocar este cambio. En esas no hay convenios de empresa, en esas ahora mismo no hay necesidad de contratación, ni siquiera necesitan el descuelgue del convenio, porque ya lo llevan haciendo desde hace tiempo.

El documento presentado por el Gobierno va en la buena dirección, y es posible que contribuya a frenar la sangría del desempleo. Sin embargo, no generará puestos de trabajo, en tanto en cuanto no se resuelva la principal necesidad de las empresas españolas: la financiación.

Si el crédito no vuelve a fluir, no habrá más actividad empresarial ni tampoco contrataciones. Así que cada vez se hace más urgente la puesta en marcha de la famosa Ley de Emprendedores que el Ejecutivo tiene en cartera.