Sacarle provecho a la tecnología

Lo primero que contestamos es que falta aún tecnología, ni mucho menos se ha desarrollado en todo su potencial, veremos aún muchas novedades, aunque lo que sí sabemos ya es hacia dónde o por dónde va a ir.

Una vez tengamos todo mi mundo en mi entorno, en mi móvil, podremos ir viendo realmente hacia dónde nos dirigimos. Debemos de digitalizar las señales más cercanas a nosotros, y pasaremos de digitalizar los hábitos a que éstos sean realmente digitales.

Dependiendo del segmento poblacional en el que nos fijemos (la edad es importantísima para entenderlo), tendremos unos insights de consumidor que nos dirán qué es lo que necesitan en su día a día, cómo se quieren comunicar, entretenerse e incluso trabajar.  Muchos segmentos, además de los que no han entrado ni si quiera en el online, siguen desconfiando del ecommerce, por ejemplo, o inversores que ven cómo gigantes de las redes sociales han caído un 30% su valor desde que salieron a bolsa. De hecho se alertó hace un tiempo de la posibilidad de una nueva burbuja tecnológica. Hubo miedo, pero luego nos fijamos en la ley de Moore, y nos vuelve otra vez la tranquilidad y confianza en el sector.

A nivel empresa, lógicamente voy a tener los mismos competidores que en el tradicional, pero ahora con nuevas oportunidades para todos, con lo que habrá que vigilarles también aquí. Hemos perdido, o no hemos sabido ver, las estrategias del océano azul.

Hacer converger todo mi mundo físico en un mondo online, donde pueda pagar, comprar, comparar, buscar… pero sin quedarnos sólo en esto que ya se puede hacer, sino pensar en servicios personalizados, en usuarios vip, en tecnología para reconocer a personas, por ejemplo, en la tiendas o en el cine que te descuenten la entrada según accedes, te sienten en tu localidad favorita, después de que te hayan recomendado la película que más de asimila a tus gustos.

El problema vendrá en el reciclaje y la obtención de materias primas para la tecnología… veremos.

Alejandro L.-Riobóo