Salarios del siglo XX

El escenario me alegra no porque me parezca bien o mal, que a estas alturas ya me dirán, sino porque al menos introduce un punto de vista novedoso. Que últimamente, cualquier debate sobre el salario minimo era más aburrido que narrar un partido de chapas: siempre vencía el argumento de "eso no se hace, eso no se dice, eso no se toca".

De todas formas, y por mucho que me alegre, que vaya si me alegra, el debate está pasado de rosca. Obama, Krugman y me atrevo a decir que el 90% de los mortales viven en el siglo XX, y siguen pensando con la clave de que trabajo es igual a empleo, y salario es igual a remuneración. Dejemos aparte a algunos desaprensivos cuyos sueños húmedos consisten en tener esclavos, y becarios con látigo que los espoleen. Como el viejo Adolfo con los judíos de Auschwitz, pero sin invertir en cámaras de gas.

Holocaustos, ya digo, aparte, el problema del concepto salario es que está desfasado porque va ligado a la idea de horas hombre. Y las necesidades de producción de este siglo ya no atienden a esa realidad. Estamos en otra época, y necesitamos otras fórmulas.