Bill Gross es americano, de Ohio, procede de una familia de clase media y se graduó en la prestigiosa universidad de Duke. Es presbiteriano, aunque habitualmente la prensa española no lo refleja.
Sheldon Adelson es americano, de Boston, es hijo de un taxista, no fue a la universidad y su primer empleo fue vendedor de periódicos. Hoy, habiendo llegado al puesto nº 15 del ranking de millonarios mundiales de la Revista FORBES, es la encarnación del sueño americano. Es judío y habitualmente la prensa española resalta este dato.
El Índice Dow Jones agrupa a las 30 empresas líderes de EEUU, el Índice EuroSTOXX 50 está compuesto por las cincuenta empresas de mayor capitalización de Europa y el Índice Hang Seng de Hong Kong lo forman las principales compañías de China. Ninguna de las multinacionales de estos tres selectos indicadores que gobiernan la economía del mundo tienen algún proyecto de inversión para España en los próximos años, mas bien, al contrario, parece que sus gestores siguen los criterios del respetado Señor Gross, de mantenerse, cuanto mas alejados de España mejor.
Afortunadamente, para nuestro país, el Señor Adelson siempre se ha caracterizado por mantener un criterio propio, y no dejarse intimidar por la mayoría. Con 12 años tuvo su primera empresa y hoy, este joven de 78 años, ha decidido hacer una arriesgada apuesta empresarial, contra la opinión de muchos, poniendo mas de 20.000 millones de dólares en España y anunciando al mundo que va a ganar mucho dinero con esta inversión. La reacción de Wall Street no ha sido mala, ya que en lo que va de año la acción de Las Vegas Sand ha subido un 50%.
Ángela Merkel, Mario Draghi y Nicolas Sarkozy (entre otros) deben de estar sorprendidos porque Adelson elija España para instalar su fábrica europea , ya que el objeto de su producción no es principalmente la piel de toro, sino los 500 millones de consumidores que viven en un radio de 5 horas de avión de Barajas o El Prat. Así son las reglas de la industria del juego, que está plenamente globalizado y enormemente concentrado en metrópolis lúdicas de mercados continentales; Las Vegas en América y Macao/Singapur en Asia y tal vez Madrid City en Europa.
España tiene una renta per cápita de 17.000 €. Para la mayoría de los españoles esto es un derecho adquirido, que por alguna extraña razón nos merecemos. Esta forma nuestra de pensar es de las que menos le gustan al Señor Gross y a sus colegas de cuadrilla. La realidad es que nuestra riqueza futura, dependerá mucho de que los gestores de las multinacionales que cotizan en New York Fráncfort y Hong Kong nos vean con los ojos del Señor Adelson o, sigan viéndonos, con el prisma del Señor Gross.
España es la tercera potencia turística del mundo. La primera potencia turística es Francia. Lo que nos separa de nuestros vecinos galos son 20 millones anuales de visitantes, mas o menos la cifra de turistas anual de Eurodisney. Hace veinte años hubo otro Señor Adelson que eligió Francia en lugar de España para su fábrica en Europa. Y esa es la razón de que nuestro país no sea hoy la primera potencia turística del mundo. El negocio planetario de Disney es exactamente igual que Las Vegas Sands, repartido por continentes, con una única sede para cada mercado de 300 millones de consumidores. En los próximos diez años se espera una oleada sin precedentes de nuevo turismo asiático, que es la única opción, hasta el momento, de España para incrementar su renta per cápita y volver a superar la media de la Unión Europea como lo hicimos hasta 2008. ¡¡Y a los asiáticos les gusta el juego¡¡
En España parece que todo el mundo está de acuerdo en que las PYMES son las mayores generadoras de empleo. Aunque al mismo tiempo, con una juventud que de forma mayoritaria aspira a ser funcionario público, realmente nadie sabe donde se fabrican las PYMES. Una de las fuentes mas conocidas de generación de PYMES son las multinacionales, en las que los asalariados mas emprendedores aprovechan el “know how” adquirido para instalarse por su cuenta, mejorando los procesos de su ex patrón y compitiendo con él. Este es el mayor valor de Eurovegas para nosotros, la posibilidad de ser un vivero de pequeñas empresas del sector turístico, para cuya afloración sin duda España está bien preparada.
Y que nadie dude de que Eurovegas pueda ser una universidad de emprendedores. El Señor Bill Gross está muy orgulloso del tiempo que trabajo como jugador profesional de blackjack en un casino de las Vegas, de donde presume haber aprendido parte de las reglas que aplica para entender los mercados financieros.
Bill Gross utiliza una herramienta de gestión esencial entre los inversores de renta fija con aversión al riesgo, el miedo, que nos estimula a congregarnos en rebaños y que indudablemente ha hecho posible el recorrido desde el australopitecus afarienses hasta el hombre actual. Sin embargo, Sheldon Adelson aprovecha otra de las pulsiones vitales de la raza humana como es el deseo que, a través del individualismo y la diferenciación feroz, hace avanzar la civilización. Shana tova Señor Adelson.
