Tres días

Si lo dicen es porque saben que las cifras van a ser positivas, que ya podrían haberlas dicho, y estaremos de enhorabuena porque serán tres meses consecutivos de caída del desempleo. Pero una cosa es felicitarse, y la otra empezar a presentarlo como la victoria contra la crisis. Primero porque las previsiones del Gobierno siguen hablando de acabar la legislatura con un millón de parados más respecto al inicio. Segundo porque seguirá habiendo más de cuatro millones y medio de parados en el antiguo INEM, y tercero porque todas las instituciones alertan sobre la mala situación del mercado laboral.

Ayer era la OIT, hoy es el BCE quien en un informe dice que la evolución de los salarios a la baja no se corresponde con la caída de los beneficios por una caída de los precios. Más bien al contrario. Razón no le falta, y aunque la devaluación interna es necesaria, tengamos en cuenta que no debería ser sólo en un sentido, si no que debería hacerse en todos los estratos de nuestro aparato productivo.

El Fondo de Garantía de Depósitos se reúne este martes para aprobar la derrama para dar liquidez a las preferentes. Un encuentro en el que conoceremos las posiciones de las distintas entidades sobre esa paga extra que van a tener que hacer. Y que  a la banca sana le va a costar cerca de 2.000 millones de euros en compra de híbridos a los pequeños ahorradores. Un nuevo paso en la resolución de la crisis financiera que según la Troika va por el buen camino. Los inspectores se felicitan por la implementación de las medidas, pero alertan de que el crédito sigue sin fluir. No obstante, se muestran convencidos de que las entidades financieras –pese al deterioro de activos- no necesitarán acudir al Fondo de Ayuda.

Ojalá no haga falta más dinero a los bancos, que ya llevamos cerca de 80.000 millones desde que empezó la crisis financiera. Ahora sólo queda que dejen de ver atractiva la compra de bonos del Tesoro al 5% -algo que llegará pronto pues esa burbuja ya se ha roto- y vuelvan, por tanto, a su negocio tradicional que es el de regar de dinero el sistema financiero.