Tu ikurriña en Navarra me ofende

@gonzalogiraldez

Todo el que conozca algo del proyecto de independencia vasco o de autodeterminación – valiente término hipócrita- sabe que Navarra es necesaria para que su plan tenga sentido. Sin Navarra no es posible. Saben que Navarra sola es más amplia en territorio que todo el País Vasco junto. Por ese motivo y por otros muchos no nos dejan en paz. La realidad es que Navarra, no es, ni ha sido nunca el País Vasco, si acaso, al revés.

Los independentistas y nacionalistas son muy hábiles en mezclar verdades con mentiras para crear su propia historia, la que a ellos les interesa vender. No es casualidad que cuando tienen opción a elegir una cartera de Gobierno, siempre eligen la misma, Educación. Saben que su batalla pasa por convencer para su causa a la gente joven, a los futuros votantes.
También venden día y noche la falacia “Euskalherría”. Eso no ha existido nunca, pero a base de repetirlo machaconamente, cada vez hay más gente que cree que eso existió.

Cada vez que veo la ikurriña en el fútbol, en las calles de Pamplona o de cualquier otro sitio en Navarra me ofende y mucho, pero no sólo a mi, a miles de navarros. Esa bandera no es la nuestra, es la suya, la que nos quieren imponer, por lo civil o por lo criminal.

El pasado 6 de julio la ofensa superó todo lo anterior, porque la imagen pública que se trasladó a gran parte del planeta fue vergonzosa. Ofensiva. Hay que reconocerles la virtud de la perseverancia y, sobre todo, la de ser expertos en manejar la comunicación como nadie. Saben cuándo, cómo y dónde estar para que su mensaje sea conocido. Ya querría más de una multinacional ese nivel de marketing.

Sé que a estas alturas del artículo más de uno habrá dejado de leerlo, no me importa, no escribo estas líneas para agradar, sino para dejar claro que Navarra no es y nunca ha sido Euskadi, por mucho que unos activistas independentistas y nacionalistas traten hacérnoslo creer. La verdad, algún día, se impondrá. Mientras seguirán ofendiéndonos con una bandera ajena y con una historia que no es más que producto de su imaginación. Navarra tiene su propia identidad, su historia y sus símbolos, le pese a quien le pese.