Pintan bastos, de nuevo, para las maltrechas finanzas de España. Standard an Poors ha vuelto, con nocturnidad y alevosía a asestar un machetazo a nuestra economía, al rebajar la calificación de la deuda soberana hasta AA- con perspectiva negativa.

Ahora, la preocupación radica en las malas perspectivas para nuestros socios comerciales, pero sobre todo para nuestros talones de aquiles: el endeudamiento privado, el desempleo y el sector financiero.

De nuevo los bancos en el punto de mira de la agencia de calificación. Tan sólo dos días después de rebajar su rating. Y a tenor de los datos que conocemos, no es extraño que se fije en ellos, pues acumulan 245,000 millones en bonos públicos europeos que podría tener alguna quita. Entre las entidades más expuestas: BBVA con 100 mil millones, Santander con 97 mil o La Caixa con 35 mil millones.

Nueva rebaja de rating, por tanto, que volverá a encarecer las emisiones de deuda de nuestro país a largo plazo, en un momento en el que el Gobierno brilla por su ausencia ante la cercanía de unas elecciones, y a sabiendas de que hasta enero el timón español está a la deriva.