La energía, un problema para España

España tiene un problema energético y expertos de los diferentes sectores así lo aseguran. El déficit de tarifa, la caída en la demanda, la dependencia del exterior y las sucesivas y erróneas políticas energéticas, constituyen las principales dificultades a las que se enfrente el sector energético.

Dependencia del exterior

Reducir la dependencia energética del exterior es uno de los principales retos, porque supera el 70%. Algo que para Ángel Luis Vivar, director de política energética y desarrollo sostenible de UNESA, es un que “arrastramos desde hace muchos años”. A su juicio las soluciones pasan por avanzar hacia la competitividad.

El déficit de tarifa

Hasta ahora los intentos del Gobierno por reducir el déficit de tarifa no han resultado útiles.  Desde la Asociación Española de Cogeneración (ACOGEN) solicitan reformas estructurales para eliminarlo y pode recuperar la competitividad de nuestro país.

Una apuesta compartida por Ángel Cámara,  decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Centro de España, quien relaciona este lastre está ligado directamente con la “caótica” política energética llevada a cabo hasta ahora. A su juicio, la integración en el mercado europeo “ajustará los precios en España, que se han visto incrementados un 60%” en los últimos años.

La caída en la demanda

Constituye uno de los principales problemas porque con la llegada de la crisis la electricidad que se consume está por debajo de niveles de hace 6 años. Un panorama que para Javier Rodríguez, director general de ACOGEN,  es necesario cambiar con políticas adecuadas que “fomenten la competitividad y devuelva el equilibrio”.

Las renovables

Desde la Fundación Renovables, Jorge Morales, su socio protector, advierte del avance del desarrollo en los últimos años de estas energías, “antes de que el sistema eléctrico se liberalizara”. Reconoce que ha habido un desacomplamiento en la evolución tecnológica y en la retribución otorgado. A pesar de ello niega que sean las culpables de los problemas del sector.

“España cuenta con un importante potencial energético”, advierte Morales. A su juicio tenemos excedencia: “sobra el 10% de la potencia instalada en el sector eléctrico”. Solicita un cambio en la regulación para que España sea la beneficiada del desarrollo, la exportación y la producción de energía, y “no sólo sector industrial”.

El incomprensible precio de la energía

La mayoría de usuarios no comprende la factura de la luz. Desde UNESA aclaran que existen cuatro paquetes dentro de ese precio final:

  • El coste de la energía. Supone el 25% del precio final y a juicio de UNESA no hay problema porque contamos con un mercado competitivo y el precio se encuentra por debajo de la media europea.
  • Costes de logística. Esta partida refleja un 15% de la factura final. Se trata del pago de redes para llevar los KW/h desde las centrales a los consumidores. 

Ambos costes suponen una carga del 50% del precio final.

  • Costes de política energética. Es la partida más cara por cargar las primas del régimen especial, los pagos a los sistemas extrapeninsulares e insulares y la amortización de los déficit incurridos en años anteriores, entre otros.
  • La partida de impuestos asciende al 20%.

Los expertos piden una mayor transparencia y simplicidad para regular los mercados energéticos y unas políticas adecuadas para hacer sostenible, eficiente y competitivo este mercado.