Green City

Miguel Ángel Soto, experto de Greenpeace en gestión del territorio, cree que los ciudadanos valoran las zonas verdes de las ciudades aunque reclama un mejor cuidado, porque todavía “no se nos da tan bien”. La calidad del aire y los recursos hídricos son fundamentales para el bienestar de los ciudadanos y la conservación de los espacios naturales. Por este motivo, Soto insta a desarrollar “la cultura de la conservación” no sólo en los entornos dentro de las ciudades sino también a las afueras. “Deberíamos conservar campos, dehesas, arbolado y espacios monumentales porque no se les da el valor que se merecen”. Un valor que no es considerado por los ciudadanos pero tampoco por la administración, pues son muchos los ayuntamientos, según ha denunciado el propio Soto, que pretenden hacer campos de golf en dehesas con gran valor cultural histórico.

ARANJUEZ, la ciudad de la Corona

María Magdalena Merlos Romero,directora científica del Plan de Gestión del Paisaje Cultural de Aranjuez, reconoce el potencial natural de la ciudad, por ello, el consistorio cuenta con planes especiales de ordenación urbana (por su condición de Patrimonio de la Humanidad) para que el desarrollo urbano sea compatible con el disfrute y conservación de las zonas verdes. “Queremos que el desarrollo urbano sea sostenible”, asegura.

Desde el Ayuntamiento de Aranjuez coinciden con Soto en la necesidad de conservar los espacios naturales aledaños a las ciudades: “A pesar de que la ciudad es conocida por los jardines, tenemos sotos históricos y calles arboladas que datan del siglo XVI”. Un patrimonio natural que los ciudadanos no perciben con igual valor estético que los jardines.

Para llegar a disfrutar de ciudades sostenibles, es necesario conservar y disfrutar conscientemente los espacios verdes, por ello los expertos instan a hacer uso de ellos como si de un museo o un bien patrimonial se tratara.