«Hay que trabajar más y conformarse con lo que hay»

En momentos de crisis como los que vivimos la franquicia se presenta como una buena alternativa para aquellos que no tienen trabajo. De hecho, a juicio de Óscar Gil, director general de Carlin, es un “proyecto válido para primer empleo y como experiencia de nuevo franquiciado”. Lo que pasa es que tiene unas características muy particulares, y hay que dar a los franquiciados “una formación adecuada durante mucho tiempo”.

Especialmente, ha dicho, es complicado el tema comercial, así como las relaciones con los proveedores “que son muy difíciles”. Gil también ha destacado la importancia de los recursos humanos para los franquiciados, ya que “tiene que existir empatía para que el trabajador tenga aprecio por su puesto de trabajo”.

También ha comentado la situación interna de algunas compañías, en las que “hay que trabajar más y conformarse con lo que hay”. Sin embargo, cree que es vital que las empresas “hagan que los trabajadores se sientan útiles para la empresa”.