La administración Obama ha propuesto las directrices para los vehículos de auto-conducción, que se dieron a conocer formalmente el martes, incluyendo 15 puntos de referencia que tendrán que cumplir los fabricantes de automóviles antes de que sus vehículos autónomos puedan salir a la carretera, según ha informado Bloomberg.

Los fabricantes de automóviles tendrán que mostrar cómo funcionan sus conductores virtuales, qué pasa si fallan y cómo los han probado. Las empresas que desarrollan este tipo de vehículos -como Tesla, General Motors o Google- deben hacer público el rendimiento de sus vehículos de modo que los reguladores y otras compañías puedan evaluarlo.

«Les interesa ser lo más transparentes posible», ha señalado el secretario de transporte Anthony Foxx. «Poner en la calle un producto que no cumple con las expectativas sitúa en riesgo el mercado».

«La directriz ayudará a establecer las bases para un marco nacional que permitirá el despliegue seguro de vehículos autónomos», según un comunicado de Ford. «Los avances en esta tecnología tienen el potencial de mejorar la seguridad en nuestras carreteras y de reducir la congestión en áreas urbanas«.

«Los fabricantes siempre se quejan de nuevas protecciones federales, pero los coches autónomos son una tecnología nueva con gran potencial, pero también con la posibilidad de daños graves para el público», ha dicho Joan Claybrook, un líder en la defensa de los consumidores.

El presidente Obama escribió un artículo en el diario Pittsburgh Post-Gazette en el que señalaba que los coches autónomos tienen el potencial de reducir de modo importante el número de muertes en las carreteras.