OVB: «Nos va muy bien en España a pesar de la crisis»

El grupo OVB trabaja en el sector de los servicios financieros, en concreto, se dedica al asesoramiento personalizado de clientes particulares. Manuel Alonso, director comercial del grupo en España, ha explicado en los micrófonos de Gestiona Radio las claves de su negocio en nuestro país.

Durante la crisis, OVB ha conseguido mantener su trayectoria de crecimiento. Y Manuel Alonso explica por qué. La firma no se dedica solo al asesoramiento financiero de productos, sino que su valor añadido es analizar y asesoras a los clientes, conocer sus necesidades. “Desde ese asesoramiento, luego les planteamos soluciones. Precisamente a causa de la crisis, los inversores estén más abiertos a buscar ayuda”.

En España la empresa se constituyó en 2002 y en la actualidad cuentan con unos 40.000 clientes, con una aportación media por cliente de unos 90 euros mensuales. “En España nos va muy bien, no solo por el volumen intermediado, sino también por el reconocimiento tanto de la competencia como de las compañías con las que trabajamos”. En el año 2014, Alonso explica que han sido analizados por la empresa ICEA, que les ha otorgado el certificado de calidad por su trabajo en 2012 y 2013.

Sobre el mercado español, Alonso señala que, aunque en la calle se escucha que la situación va mejorando y algunos datos que parece que así lo demuestran, en su opinión esto “podría ser el ojo del huracán, la calma antes de que continúe la tempestad. Las secuelas de la crisis están por ver”.

En cuanto a los objetivos, la meta a corto plazo para la compañía, es seguir trabajando como hasta ahora. Alonso señala además que aunque el sector español esté muy bancarizado, ellos no compiten con los bancos. “¿Qué entidad bancaria dedica una media de 3 horas por cliente, cara a cara y en horario flexible, y sin tener productos propios?. A los bancos, los clientes acuden a financiarse”.

Además desde OVB son conscientes de que el mercado es cada vez más exigente, pero además de eso, señalan que su mayor reto es el propio cliente. Trabajamos con sus necesidades, sus deseos, pero principalmente con los objetivos. Es decir, que el cliente esté dispuesto a conseguirlo. “Todo el mundo quiere que le toque la lotería, pero no siempre compran décimos; nuestro trabajo consiste en convencer al cliente para que convierta sus deseos en objetivos”.