Préstamos personales, entre los métodos de financiación de los emprendedores

Uno de los sueños del ser humano es independizarse, primero del hogar, y después en el plano profesional. Eso se hace aún más vigente en la época actual, donde por primera vez desde el año 2011 nos encontramos con 3.2 millones de profesionales autónomos. Entre estos es común ver cada vez más profesionales, de hecho según estudio realizado por Adecco y el portal de Infoempleo se determinó que más del sesenta por ciento de los autónomos tienen formación universitaria, en licenciatura o grado (39,7%), master o posgrado (23,8) e incluso postgrado (0,8%. Es cada vez más común que estos sujetos estudiados quieran adentrarse en el mundo del emprendimiento, apostando por una idea y un negocio que consideran rentables, en especial por la multiplicidad de opciones abiertas por la era digital y los eCommerce.

La principal pregunta es cómo consiguen financiar su emprendimiento, dado el auge y la proliferación de empresas de autónomos. Se debe en gran parte a la facilidad de obtención de capital que se obtienen gracias a medios alternativos de financiación, entre ellos los préstamos personales. Antes, inicial un negocio dependía en gran parte de los ahorros, o el dinero que podría otorgar familia y amigos, o en muchos casos crear un proyecto y cumplir una gran cantidad de requisitos para introducir la solicitud del préstamo ante una entidad bancaria, con el riesgo que no sea aprobado.

Ahora, con estos medios alternos de financiamiento, se puede obtener liquidez más rápido, e igual se trata sobre una entidad financiera, y esta plataforma, que muchas veces trabaja por Internet, no es un socio o no va a querer influenciar en las decisiones, como si sucedería en los casos de familia o amigos, donde dado el caso tendrían que cumplir por completo todos los acuerdos firmados, sino que es un órgano que ofrece una cantidad de dinero, por una cantidad de tiempo, para ser pagados según lo estipulado.

Quizá la única contraposición de los préstamos personales es que el monto a prestar en el caso de los microcréditos es menor que una entidad bancaria regular, pero en la actualidad hay muchos emprendimientos que no requieren una gran inversión para empezar, lo cual lo vuelve perfecto. Si se requiere mayor liquidez, una opción sería solicitar un préstamo personal por una entidad bancaria tradicional.