¿Qué fue de Fruit of the Loom?

Todos los humanos que vivieron con fervor los años 90, se acordarán de la mítica marca de sudaderas y ropa de algodón “Fruit of the Loom” que todos llevábamos. Y hablo en pasado, porque raramente vas por la calle y ves a alguien con el logo de las frutas.

187px-Robert_Knight_Rhode_Island_textile_industrialistLa marca tiene más de 160 años de historia, fue fundada en 1851 por dos hermanos en Estados Unidos y desde entonces no han parado la máquina de producción textil. Es cierto que ha pasado por épocas mejores y peores, pero sigue al pie del cañón. En 1971 registraron la marca tal como la conocemos, con el número 418 y con un logo afrutado, inspirado por una pintura que había hecho una hija de los fundadores.

Ir al colegio en los 90 y no llevar una de las sudaderas con las frutas era no estar al tanto de las modas, todos los grupos de amigos tenían la suya, cada una de un color. Mi amiga May la llevaba amarilla, la mía era de color gris. Piensen y verán como usted y su amigo la llevaban de diferentes colores. Las marcas, más allá de su logo son aquellas que son capaces de crear emociones, vínculos entre la firma y los consumidores.

Fruit of the Loom es una filial de Berkshire Hathaway, el grupo empresarial presidido por Warrant Buffet que adquirió la empresa de la quiebra por aproximadamente 835 millones de dólares. Actualmente su estrategia empresarial está fijada en dos patas diferenciadas: por un lado su propia marca que comercializa a través de su web y diversos puntos de venta en todo el mundo; y por el otro, el llamado mercado promocional, el de las prendas de algodón vírgenes que pueden ser estampadas. Un negocio en el que siguen teniendo gran peso.

Recientemente, Fruit of the Loom ha adquirido la Russell Corporation, que incluye marcas como Russell Athletic, Spalding y Brooks. Y también la división lencera de VF Corporation que tiene como emblema la famosa marca de la pasarela de los Ángeles de Victoria Secret. La sede central en el Viejo Continente está ubicada en Telford (Reino Unido) y tienen una planta de distribución en Alemania y otra aquí en España, en Tarragona.

Este mismo año ha lanzado una nueva línea de ropa premium llamada “Seek No Further”, donde el diseñador Dorothee Loermann ha creado unas prendas en algodón, enseña de la marca, pero no con el concepto básico que conocemos, sino con prendas más elaboradas que solamente están a la venta en Londres y Alemania. Y si no reconocen el diseño, tampoco reconocerán los precios porque oscilan entre las 50 y las 200 libras.

La ropa que después se venden a través de pop store o distribuidores oficiales se produce en Rabat y de allí sale al resto del mundo para su distribución.

En 2012 la La ONG Not for Sale, elaboró un estudio en el cual se citabas a las empresas de moda que más comprometidas con los derechos de los trabajadores, una lista entre las que se encontraba, Fruit of the Loom pero no aplaudida, sino con un toque de atención. Según la ONG, la marca de Buffet no ejercía la presión que se esperaba de ella para preservar los derechos de los trabajadores. “No compramos algodón en Uzbekistán” es lo que reza la página web de la marca y sacan pecho por ello, ya que entre las páginas de este estudio, se cita a esta zona como una de las más explotadoras en torno a la producción de algodón con jornadas laborales que alcanzan las 70 horas a la semana.

Si miramos las cifras, se crean 2 millones de prendas a la semana a costes que vienen determinados por los precios de la materia prima: el algodón, que procede en su mayoría de los Estados Unidos. Las ganancias del grupo Berkshire en el cuatro trimestre ascendieron un 9.6% más, los ingresos subieron desde los 4.550 millones de dólares hasta los 4.990 millones. Los resultados se dan de manera colectiva, no se dan las cifras diversificadas por sector o por filiales. A pesar de haber quedado en el olvido durante algunos años, desde el punto de vista de la comercialización de su propia marca, Fruit of the Loom está intentando de nuevo acercarse a la fama de los años 90, acudiendo a ferias de moda urbana y lanzando nuevas líneas de diseño. ¿Conseguirá permanecer en la lista de la compra de los adolescentes y jóvenes o se quedará en los deseos de los que vivimos los 90?