Repsol venderá activos no estratégicos por valor de 6.200 millones para reducir deuda y pagar dividendos

La compañía, que ha presentado este jueves su Plan Estratégico, prevé obtener un resultado bruto de explotación de hasta 11.500 millones en 2020

El nuevo Plan Estratégico de Repsol, que ha sido presentado este jueves por la compañía, contemplará la venta de activos no estratégicos por valor de 6.200 millones de euros y una reducción de hasta el 38 por ciento en el volumen de inversión con el objetivo de multiplicar por dos el resultado bruto de explotación de la compañía, hasta los 11.500 millones de euros.

El plan, que ha sido diseñado para «crear valor en un entorno de precios bajos» , prevé mantener la retribución del accionista a un euro por acción bajo la fórmula de scrip dividend incluso aunque «este escenario deprimido» siga presente hasta 2020, que es hasta cuando se extiende el plan.

«A ese precio del barril de Brent, Repsol será capaz de generar caja para financiar sus necesidades de inversión, mantener dividendo y reducir deuda», ha señalado su consejero delegado, Josu Jon Imaz, quien ha explicado que gestionarán la compañía «como si el precio del petróleo a 50 euros por barril hubiera venido para quedarse».

Así, con la desinversión de 6.200 millones de euros, el grupo confía en generar caja por valor de 20.000 millones de euros, en un escenario donde el precio del barril del crudo rondaría los 90 dólares, con el objetivo de pagar dividendos y reducir la deuda derivada de la compra de Talisman. No obstante, esta caja se reduciría a los 10.000 millones de euros en el caso de que siguieran bajos los precios del crudo.

De entre los 6.200 millones de euros en activos que la compañía espera vender, estos se repartirán en 2.500 millones entre 2016 y 2017 (600 millones ya se han materializado con la venta de la parte del negocio de gas canalizado) y en 3.100 millones entre 2018 y 2020. De este modo, Repsol llevará a cabo desinversiones tanto en activos de exploración y producción como en el área de refino y comercialización, centrándose especialmente en aquellos que no estén relacionados directamente con el precio del petróleo «mientras este siga bajando». Aunque, eso sí, «el negocio de butano no está en venta», ha aclarado Imaz, quien ha respondido a las preguntas de los periodistas asegurando que «es un negocio de esta casa y, por lo tanto, seguiremos trabajando con él».

Reducción de costes 

La compañía también ha explicado su programa de eficiencia, con el que espera unos ahorros de caja de 2.100 millones de euros al año a partir de 2018. De estos, 1.500 millones vendrán por la reducción de costes operativos y 600 millones por el recorte en las inversiones.

En este sentido, Imaz ha señalado que, transcurridos cinco meses desde la integración de Talisman, «se han identificado nuevas sinergias en el proceso que permiten elevar el objetivo de ahorro derivado de las mismas hasta los 350 millones de dólares desde los 220 millones previos». Esta cifra, que se incluye dentro del ahorro de los costes operativos, también incluirá la reducción de 1.500 puestos de trabajo que la compañía anunció el pasado mes, un asunto al que Imaz no ha querido declarar nada al respecto, pues ha señalado que todavía se encuentran «en fase de negociación».

Respecto a las inversiones, la compañía ha planteado un escenario en el que estas se reducirán un 35 por ciento entre 2016 y 2017 y un 38 por ciento hasta el año 2020. «Esta capacidad de reducir capex la tenemos gracias a la adquisición de Talisman», ha señalado Imaz, quien también ha destacado que el valor de la canadiense es hoy «mucho más superior que a diciembre de 2014», cuando negociaron su compra.

Con ello, y en el escenario ácido de los 50 dólares por barril, Repsol espera reducir su deuda en unos 6.500 millones desde los 14.000 millones que tienen actualmente.

Asun Infante