Ribera (Transición Ecológica) defiende un objetivo intermedio de 35% de emisiones de CO2 en 2030

El Gobierno español ve aceptable una reducción del 35% en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches y las furgonetas que se vendan a partir de 2030 con respecto a los niveles de 2021, que la Presidencia austríaca lleva ese martes a la reunión del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE, en Luxemburgo.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró a los periodistas antes de entrar a esa reunión que la iniciativa de la Presidencia austríaca es “una buena propuesta”, equidistante con el 30% de reducción que pide la Comisión Europea y el 40% que reclama el Parlamento Europeo. Ahora queda por determinar cuál es la decisión de los Veintiocho.

De esta forma, España se posiciona entre dos bloques antagónicos, uno más ambicioso en cuanto a la reducción de emisiones de los vehículos ligeros encabezado por Francia y otro más prudente liderado por Alemania, países productores de automóviles que tradicionalmente han sido aliados en esta materia.

Ribera indicó que la industria del automóvil representa un 12% del PIB español, pero sus “casas matrices” están precisamente en Francia y en Alemania, por lo que la postura de España sobre disminuir las emisiones de CO2 en el sector del transporte es “intermedia” porque aboga por “incrementar el nivel de ambición” de reducción de las emisiones, pero también que la reunión del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE concluya con un objetivo “consensuado por todos”. “Estoy segura que a medio y largo plazo podremos ir mucho más deprisa”, añadió.

La ministra comentó que la posición de España es “progresista y ambiciosa” para “forzar al máximo un punto de encuentro”, ya que consideró que lo más importante es que la reunión de Luxemburgo acabe con “un acuerdo cerrado”. “Todo lo demás es perder tiempo”, apostilló.

Ribera subrayó que tras esta decisión hay aspectos que trascienden lo relacionado con el medio ambiente o la salud pública porque también entran en juego la innovación, la competitividad, la industria y la energía, y agregó que España intentará contribuir a un acuerdo en un punto de encuentro ante “posiciones tan diametralmente opuestas y con dos bloques tan divididos”.