Sánchez cada vez más cerca de liderar un Gobierno progresista

La renuncia de Podemos a tener cuatro grupos en el Congreso allana el camino del cabeza de lista del PSOE a La Moncloa 

La frenética tarde que se ha vivido en la Cámara Baja a partir de la renuncia de Podemos y sus satélites valencianos, gallegos y catalanes a registrar cuatro grupos culminaba hace pocos minutos con la confirmación de Iñigo Errejón, portavoz de la formación que lidera Pablo Iglesias, de haber presentado el escrito correspondiente en el Registro del Congreso de los Diputados.

Un único grupo del que finalmente no formará parte Compromis (Joan Baldoví, Marta Sorlí, Enric Bataller e Ignasi Candela que, con tan sólo cuatro diputados, se ha registrado como un único grupo parlamentario. Opción de la que mañana se sabrá si prospera o no y que incluso el propio portavoz del grupo, Joan Baldoví, ha calificado de «testimonial». En caso de no aceptarse la propuesta de los valencianos tendrán que decidir si vuelven al regazo de Podemos, desde donde les han dejado la puerta abierta o se integran en el Grupo Mixto.

Esta renuncia suavizaría la tensión existente entre los líderes de la nueva izquierda y facilitaría el apretón de manos con el que se sellaría el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de la XI Legislatura. De hecho ésta se presuponía como una de las líneas rojas para Iglesias que finalmente ha dado un paso atrás con el que en palabras de Errejón se siga «tendiendo la mano» al PSOE pese a que «hasta ahora ha elegido blindar lo de siempre». Ahora bien lo que todavía está por conocerse es ¿cuál será la contraprestación socialista?.

Así las cosas todo apunta a que de ser propuesto por el Rey Felipe VI, Sánchez contaría con votos suficientes para ocupar el sillón de la presidencia y el relevo de Ejecutivo Popular caería en manos de una coalición de izquierdas en la línea de lo que ha ocurrido en la vecina Portugal. Algo que confirman fuentes consultadas por Diario Financiero «en España vamos a un gobierno de coalición progresista», y que sin embargo no convence a todos, especialmente en el seno del PSOE, donde lo ven «más que arriesgado».

Con respecto a la posibilidad de que a partir de esta decisión pudiera darse una vuelta de tuerca más por parte del PP para forzar la gran coalición las mismas fuertes afirman que es «imposible, ni siquiera dando marcha atrás con la reforma laboral».