Si no se separa la banca tradicional de la especulativa, la crisis seguirá

Mutará. Al menos es lo que asegura José Antonio Martínez (IEF) que pronostica que la «cambiará de forma» e irá a los mercados emergentes. El director general del Instituto de Estudios Fiscales declaró hoy que la crisis, «de la que estamos saliendo», es resultado de la mezcla de la banca especulativa con la banca tradicional y que mientras no se controle a nivel mundial, la crisis «mutará, cambiará de forma», y llegará a los mercados emergentes que hoy son ejemplos de crecimiento.

En los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial, Martínez aseguró que tras la derogación de la ley Glass-Steagall en 1999, que separaba en Estados Unidos a la banca especulativa de la tradicional, se despertó una fuerza de cientos de millones de dólares, superior al PIB de cualquier país y que «ningún gobernante, ni Merkel, ni Sarkozy, ni Obama han podido controlar»; aunque aseguró que lo «intentaron».

Así, Martínez presentó un mundo donde millones y millones de las divisas más variadas están en el campo especulativo y «contaminan» a la banca tradicional. La consecuencia para este experto es que la gran banca es como un cubo con agujeros y mientras no sea reparada, es decir, que la alta especulación no interfiera en la banca tradicional, ninguna ayuda, por cuantiosa que sea, acabará con la crisis que tumbó a Lehman Brothers y comenzó esta crisis.

A pesar de que esta es la solución que defiende, aseguró que el acuerdo internacional en una ley global como la estadounidense Glass-Steagall será imposible, ya que no hay unanimidad entre los países para ello. También aseveró que la que hoy llamamos crisis llegará a cualquier mercado financiero con gran actividad, como son hoy potencias emergentes como China, Rusia o Brasil.

Más allá del riesgo de crisis que asegura corren estos mercados, Martínez cuestionó si «Brasil me va a dar lecciones a mí, a la vieja Europa», y cuestionó a los defensores de que estas nuevas potencias sean potencias decisorias. «¿Crecimiento económico significa desarrollo?», se preguntó, para agregar que más allá del problema global que llevará a esas potencias a la misma crisis con otro nombre, esos países no tienen la esencia del desarrollo.

Para el responsable del Instituto de Estudios Fiscales, esa esencia está en un Estado de bienestar que aseguró «ni Estados Unidos tiene». Y para que este sea viable, dijo, solo hay un camino: una fiscalidad fuerte que lleve la diferencia entre gastos e ingresos a cero. En esos retos globales y nacionales basó Martínez su ponencia de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense.

FUENTE SERVIMEDIA