Silva vs. Blesa: se lo dije hace un año

Se lo dije a ustedes hace la repera, diez meses y medio, y como es posible que no se acuerden, les refresco la memoria. Que al juez del caso Blesa le iban a dar muchos recuerdos en el mismo lugar que por el que amargan los pepinos. Y el guión se va cumpliendo con sádica precisión de Dr. Frankenstein.

Les comentaba el 6 de junio del año pasado que uno de los e-mails analizados por el juez Silva decía que “lo que puede salir mal, sale mal; y si sale mal, ni te cuento”. Y que eso coincidía con el primer defecto formal de su instrucción, de los muchos que le harían cantar por tratar de desvirgar a la madre de todos los poderes, la financiera. Así que ya entonces me preguntaba, y le preguntaba al juez, ¿está usted seguro de que lo tiene todo atado y bien atado, como dijo el abuelo Paco antes de palmarla? Porque si puede salir mal, saldrá mal; y si sale mal, ni te cuento, José Elpidio.

Y un poco antes, el 17 de mayo, es decir hace prácticamente un año, les decía también que con Silva o sin Silva, con Blesa o sin Blesa, aun “quedan otros” a los que investigar, “los más difíciles, los intocables, los aforados, los que pusieron en el cargo, los que nombraron a sabiendas, callaron a sabiendas, miraron para otro lado, jugaron a no ver, no oír, no decir, no saber. Los que han hecho más méritos por las penas de prisión, y quieren seguir de rositas toda su vida”. Y vaya. Sin que Blesa sea un diablo ni Silva un santo, me huelo que la cita sigue siendo perfectamente válida.

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