La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, cree que es «obvio» que el Gobierno debe hacer pedagogía para que «el milagro español», que ha supuesto salir del «borde del abismo» y que ya han advertido el resto de países, se reconozca también en el ámbito nacional.

Para Tejerina, «que hay que hacer más pedagogía es tan obvio como decir España ha cambiado radicalmente en tres años», porque el país estaba «al borde del abismo» y ahora cada día está «un poquito mejor», aunque «haya que irse a las antípodas Australia para que reconozcan el milagro español».

Sin embargo, en España «existe cierto descontento», ha apuntado en una entrevista en ‘Los Desayunos de TVE’ recogida por Europa Press. «A lo mejor es que nos hemos olvidado muy rápido de donde veníamos, pero habiéndose producido este vuelco tan importante en tan poco tiempo, que internacionalmente se nos reconoce, es momento de que se nos reconozca también a nivel nacional», ha relatado.

ALONSO GESTIONÓ EN VITORIA UNOS BUENOS SERVICIOS SOCIALES

Preguntada por el nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, Tejerina ha recordado que fue alcalde de Vitoria, una de las ciudades que, a su juicio, «ha tenido una alcaldía con mejores servicios sociales». «Con lo cual, para buena parte de lo que es su Ministerio trae una experiencia acumulada importante». Para lo demás, ha dicho, están «las ganas y la dedicación».

Por otro lado, ha reconocido que los ciudadanos «tienen razones para sentirse molestos» y preocupados con los casos de corrupción, pero ha defendido que mucha gente va a la política «a perder y no a ganar» y que la percepción –de una corrupción generalizada– no se corresponde con la realidad, sino que «una gota de tinta mancha un litro de agua».

Con todo, entiende que el Gobierno debe dar respuesta a las inquietudes ciudadanas y ha asegurado que lo primero que hizo el Ejecutivo fue aprobar leyes contra la corrupción y que luego presentó nuevas propuestas «que llevaban tiempo esperando a que el resto de los grupos se sumaran».

Ahora, ha dicho, la situación obliga al Gobierno a seguir adelante, con otros partidos o sin ellos, y a estudiar todas las medidas que se pongan sobre la mesa para «poner las cosas lo más difíciles posibles» a los corruptos, asumiendo que corrupción «ha habido desde que el hombre es hombre».

EUROPA PRESS